La concesión de hipotecas cayó un 27 por ciento en México durante el primer trimestre del año, debido a la mayor cautela de los bancos y la falta de liquidez de las entidades de financiamiento no bancarias, informó hoy la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi).
Otro factor determinante fue el mayor número de compromisos financieros adquiridos por el Instituto Nacional del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), principal organismo público que otorga financiación para vivienda.
La precaución de los bancos -especialmente BBVA Bancomer, Santander Serfin, Banamex y HSBC- se entiende por la decisión de los corporativos internacionales de reducir su exposición a sectores de riesgo, entre los que cuenta la vivienda.
Según la Conavi, 2008 registró cotas históricas en México de financiación para vivienda, lo que hace que los datos de este año luzcan peor en comparación.
Para este año, el organismo no espera grandes cambios ya que las políticas públicas estarán más orientadas a la industria.
El presupuesto destinado a financiar la adquisición de vivienda pública, con base a lo estipulado en el Pacto Nacional por la Vivienda, ascenderá a 180 mil millones de pesos mexicanos (13 mil 760 millones de dólares), que serán canalizados a través de diferentes organismos.
Asimismo, la construcción de casas promovidas por el Gobierno creará dos millones y medio de empleos temporales este año. En total, se construirán y remodelarán 800 mil hogares.
El presidente de México, Felipe Calderón, aseguró en marzo pasado que los intermediarios financieros del sector privado se comprometieron a garantizar recursos en 2009 para un mínimo de 150 mil créditos de vivienda, por un importe total de 80 mil millones de pesos mexicanos (unos cinco mil millones de dólares).
Las empresas del ramo de la construcción, como la cementera Cemex, una de las más importantes del mundo, se comprometieron a mantener los precios competitivos y a realizar descuentos, señaló también entonces Calderón.
Las medidas del Ejecutivo forman parte del Acuerdo Nacional en favor de la Economía Familiar y el Empleo, un millonario plan anticrisis pactado con organizaciones empresariales y sindicales.
Dicho acuerdo incluye la congelación de los precios de la gasolina y el gas y un seguro de desempleo, entre otras acciones.
Los mexicanos resentirán en el primer semestre de este año el mayor impacto de la recesión anunciada por la Secretaría (ministerio) de Hacienda, que espera una contracción de la economía del 2.8 por ciento.
El Banco de México (central) augura para este año una fuerte caída en el empleo, con la eliminación de 340 mil puestos de trabajo.
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