domingo, 15 de febrero de 2009

Comercio México-Canadá depende de EU


La evolución del comercio entre México y Canadá está en gran medida vinculada a la demanda del mercado estadunidense, el principal centro de exportación para ambos países, por lo que los ojos están puestos en su recuperación.

Para algunos analistas, el futuro comercial de Canadá, y probablemente de la mayoría de países, dependerá del panorama económico en Estados Unidos tras esta crisis económica global.

Los economistas en Canadá y muchos países se preguntan si Estados Unidos se recuperará rápidamente para volver a ser el "consumidor final", mientras otros estudiosos consideran probable que los estadunidenses vuelvan a endeudarse.

Por el momento, la crisis tiene un impacto muy negativo en los flujos comerciales de todos los países, y por la integración continental es probable que afecte en 2009 a los intercambios entre México y Canadá.

La gravedad de la situación actual puede medirse en el déficit comercial que Canadá registró en diciembre pasado -el primero en 32 años-, mientras los economistas anticipan que la tendencia se mantendrá en la mayor parte de 2009.

Esta panorámica, y en particular del comercio mexicano-canadiense, se desprende de la evolución general que ha tenido el comercio entre los tres socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Desde la entrada en vigor de ese instrumento comercial, en 1994, el valor de las exportaciones mexicanas a Canadá se ha multiplicado por cuatro, según cifras de Estadísticas Canadá.

El estudio del periodo 1995 a 2003, manifiesta que las compras canadienses de productos mexicanos aumentan en periodos de auge -1995 a 2000- y bajan cuando la economía estadunidense va mal, como de 2001 a 2003 o en la actualidad.

El crecimiento promedio anual en valor de los seis años que van de 1995 a 2000 fue de 18.8 por ciento. De 2001 a 2003 hubo comportamiento negativo por la recesión y el impacto de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, pues en 2001 las exportaciones mexicanas crecieron 0.4 por ciento, en 2002 3.8 por ciento y en 2003 bajan 4.4 por ciento.

De 2004 a 2008, las exportaciones mexicanas a Canadá pasaron del 10 por ciento de aumento a 4.2 por ciento en 2008, con promedio anual de crecimiento de 7.9 por ciento para este quinquenio.

Según los economistas consultados, la mayor parte de los intercambios entre México y Canadá se inscriben dentro de la integración norteamericana del TLCAN) y cada vez más dentro de la globalización centrada en el cliente principal que es Estados Unidos.

Los analistas destacan que los productos industriales están manufacturados en su mayoría con piezas producidas en diversos países, como sucede con los automóviles, que es la columna vertebral del TLCAN, y que este proceso se aceleró en la última década.

También destacaron los expertos que los fabricantes de autopartes de Canadá comenzaron exportando piezas a México para ser ensambladas en productos no terminados o terminados con diversos grados de aportes de productos y mano de obra mexicana.

Esos productos retornaban como exportaciones a la casa matriz canadiense, para ser vendidos en el mercado canadiense o formar parte de un producto que era exportado a Estados Unidos.

Este modelo evolucionó, con la mudanza de empresas canadienses que ahora fabrican autopartes en México, y también de manufactureros de locomotoras, electrodomésticos y equipos pesados, y últimamente de fuselajes para aviones, como la firma Bombardier Aeronáutica.

Por ello algunos analistas estima difícil hablar de "comercio bilateral" en el contexto actual de la globalización, pues la mayor parte de los flujos, como sucede entre México y Canadá, es "comercio intraempresa", es decir, entre filiales de empresas transnacionales.

Ese comercio intraempresa, como la industria automotriz, depende de la fluctuación de la demanda del mercado estadunidense, que está fuera del control de los dos vecinos de Estados Unidos.

El análisis del comercio mexicano-canadiense en los primeros 10 años del TLCAN muestra que fue la industria automotriz la que dominaba, con el 50 por ciento o más del valor de los productos exportados a Canadá.

La búsqueda de reducción de costos llevó en los últimos años a que los fabricantes canadienses de autopartes y de camiones -que exportaban a Estados Unidos- mudaran partes o la totalidad de su producción a México.

Eso explica la disminución del sector de autopartes de México en las exportaciones a Canadá, que en 2008 sólo constituyó el 31.8 por ciento del valor total de las ventas, y el aumento en la importancia de ese sector en las exportaciones hacia Estados Unidos.

El rubro de maquinarias y equipos, que incluye fabricación o ensamblado de locomotoras y equipos pesados, reemplazó al sector automotriz y es ahora el primer rubro de exportaciones mexicanas a Canadá, con 41.7 por ciento del total en 2008.

Tal integración se ha ido ampliando a otros sectores desde la industria automotriz, como las maquinarias y equipos, bienes industriales y bienes de consumo.

Pero el principal cliente de la mayoría de estas cadenas de producción sigue siendo el mercado estadunidense, lo cual en periodos de fuerte crecimiento en Estados Unidos ha servido a las empresas exportadoras de Canadá y México.

Otro aspecto que incide en el comercio bilateral es el papel de las imponentes cadenas de distribución basadas en Estados Unidos, que en muchos productos -agrícolas pero también industriales- "triangulan" el intercambio de bienes entre México y Canadá.

Esta "triangulación" ocultaría el equivalente a entre el 20 y 30 por ciento de las exportaciones mexicanas a Canadá de productos agrícolas o alimentos procesados, según fuentes canadienses y mexicanas.

En coyunturas de recesión, como sucedió a comienzos de esta década y está sucediendo ahora, la dependencia del mercado estadunidense se manifiesta –para Canadá- en bajas del comercio exterior y pérdida de márgenes de maniobra, como señala el analista James Travers del diario Star de Toronto. (Con información de Notimex/TPC)

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